Molino San Marcos (Aguascaliente, México), Patrimonio vivo

DOI:

https://doi.org/10.22530/ayc.2022.21.604

Resumen

Al inicio del siglo XX, el estado de Aguascalientes, México, especialmente su capital, tenía una gran pujanza económica: con la llegada del camino de hierro y después del establecimiento de los talleres generales de la línea de la Compañía del Ferrocarril Central Mexicano, la actividad comercial creció considerablemente, especialmente en derredor de las instalaciones ferroviarias. Julio Díaz Torre, comerciante asturiano, hace su arribo a la entidad en 1927 y después de comercializar chiles y cereales funda un molino de harina que con el tiempo tendría el nombre del santo patrono de la ciudad, San Marcos. El Molino San Marcos junto a los molinos “La Perla”, “El Hércules” y la “Harinera de Aguascalientes”, fueron parte importante de la zona industrial que se asentó a un costado de los ex talleres ferroviarios de los cuales, solo el Molino San Marcos continúa en funcionamiento. El texto se centra en el desarrollo de esta compañía molinera en la ciudad y su evolución hasta el día de hoy, al igual que el relevante papel de su propietario en la industria y el comercio hidrocálidos. El objeto es exponer la relevancia de esta industria y la importancia histórico-tecnológica de la maquinaria con la que se trabajaba; su papel urbano, económico y arquitectónico en la ciudad, como elemento transformador y patrimonial de la misma.

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Publicado

2022-04-30

Cómo citar

Molino San Marcos (Aguascaliente, México), Patrimonio vivo. (2022). ARTE Y CIUDAD. Revista De Investigación, (21), 117–132. https://doi.org/10.22530/ayc.2022.21.604

Número

Sección

Artículos