Grande Cretto di Gibellina: la memoria de la tragedia como constructora de un nuevo territorio

DOI:

https://doi.org/10.22530/ayc.2022.21.600

Resumen

En 1968 la tierra tembló en el oeste de Sicilia. El valle del Belice sufrió un terremoto que arrasó un grupo importante de municipios. La naturaleza había cambiado, virulentamente, el destino de este lugar del Mediterráneo central. En los meses siguientes al suceso se planteó el debate sobre cómo reconstruir aquellas ciudades más afectadas: en su misma implantación o desplazadas. Una de estas localidades fue Gibellina, que renació a una distancia cercana a los 20 kms de las laderas que había ocupado. Su alcalde, Ludovico Corrao, impulsó un plan de reconstrucción donde la arquitectura y las artes  sirvieran de armazón para definir una nueva identidad con la que sus habitantes se reconocieran. Todas las obras destinadas a este fin se ubicaron en Gibellina Nuova, pero la mayor de ellas, el Grande Cretto, de Alberto Burri, se elevó, directamente, sobre los restos de la villa desmoronada. Esta intervención buscaba ser el memorial del drama vivido. Es un proyecto impuesto en el paisaje que ha devenido en hito rector del territorio. Estamos ante una pieza que, adicionalmente, soporta un conjunto de conflictos, de diferente entidad, por su nueva condición de plataforma cultural e icono de reclamo publicitario, despegado de su génesis dolorosa.

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Publicado

2022-04-30 — Actualizado el 2022-04-30

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Cómo citar

Grande Cretto di Gibellina: la memoria de la tragedia como constructora de un nuevo territorio. (2022). ARTE Y CIUDAD. Revista De Investigación, (21), 7–20. https://doi.org/10.22530/ayc.2022.21.600

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Sección

Artículos