La expresión artística de la ciudad y su influencia en la pintura: el cartel y el graffiti
DOI:
https://doi.org/10.22530/ayc.2016.N9.359Resumen
El siguiente artículo centra su atención en dos de las manifestaciones artísticas de carácter público más presentes en la vida de la urbe, para analizar las diferentes influencias mutuas que podemos encontrar, desde su aparición, entre éstas y la pintura. Esto significa contrastar esta última —una disciplina con gran tradición histórica, considerada un medio de reproducción lento de la imagen—, a un medio, en principio, como el cartel, que hace su aparición en la escena de la ciudad en el siglo XVIII, y a otro como el graffiti, en segundo lugar, cuya aparición situamos en el último cuarto del siglo XX. Considerando una visión de conjunto, que nos acerque a las dos expresiones públicas que tratamos, y sin entrar todavía en consideraciones estéticas, hemos de aclarar que, en cuanto al mensaje que sendos medios ejercen en la masa social, podemos establecer al cartel como una manifestación cerrada y objetiva; al servicio de un fin comercial o ideológico claro y definido que, en la mayor parte de las ocasiones, posee un lugar destinado para su colocación, mientras que el graffiti es un medio más abierto, subjetivo y, por lo tanto, anárquico en cuanto a su ubicación, que nos acerca a la voz de las tribus urbanas, a las expresiones individuales pero identificativas de ciertos grupos que va generando la ciudad, como indicativo de los intereses y las modas que mueven, sobre todo, a los ciudadanos más jóvenes.